lunes, 30 de abril de 2012

Mi domingo a la tarde

La culpa de mi depresión de domingo tiene forma. Y tiene titulo Siete de la tarde, ya oscureció, se termino. La sensación de vacío gana terreno Pero el tipo, ingenuo, tiene una esperanza. La cena. Una buena cena mirando algo interesante en la tele no estaría mal. Y como si no pasara todos los domingos, pregunto: ¿Qué cenamos?
 –Ah, yo nada, me dice mi mujer. ¿Vas a comer vos con todo lo que comiste?
 - ¿Cómo si voy a comer yo? ¿Qué, ahora es acumulativa la nutricion?. Haberlo sabido, como mucho el viernes y tiro hasta el lunes. Por supuesto que voy a comer.
 –No hay nada
 - ¿Como que no hay nada?-
- No, no hay nada
 - Y los chicos?
- No tienen hambre
- Yo si. Quiero comer. Y ahí viene el golpe mortal. El directo a la mandibula. La orden que significa “Ponete este grillete en el tobillo con esta bola gigante encadenada, tirate y ahogate en el mar de la depresión dominguera.” -Andá a comprarte algo al chino. Me quiebro. Es una suerte que no tenga armas en casa.
 - ¿Y que compro?
- Ya sabés
- ¿Otra vez?
- ¿Preferis pedir una pizza?
-No, tardan mucho. Resignado digo : Esta bien, voy. Y asi, agarro el auto, pongo la radio y escucho porque renunció el enésimo técnico de mi equipo. Estaciono y entro al super. Veo, como siempre a esta hora, que no hay mucha cola en las cajas. Tomo el canastito rojo, me agarro los dedos con esas manijas de mierda y hago el recorrido habitual. Fiambreria primero. Hago el pedido: 200 de cocido. El que atiende me dice: -Tengo el de oferta y el Paladini. -Que se yo, Paladini, Paladini. Después busco el queso mantecoso, ya empaquetado: “Cremoso en ofeta”. Así. En “ofeta”. La maquina que pega el código de barra lo saca así. Lo escribieron mal cuando abrieron el supermercado hace más de 10 años y nunca lo corrigieron. Me angustia "ofeta". Es un presagio de lo que sigue. Un día se los voy a decir: Señor chino, pongan“en oferta” porque en "ofeta" me entristece. Sigo con media de huevos. Y dejo para el final el símbolo, el estandarte. Voy hasta la heladera donde quedan unos pocos lácteos, un yogurt volcado y leche acumulada contra la base porque algún sachet se rompió. Y en el rincón de la heladera, superpuesta con otras, esta. La veo. Me está esperando. Sabe que la odio. Mi enemiga circular salteña hojaldrada o criolla. Si señor, vuelve el lunes. El domingo se cierra y le ponemos La Tapa. La elijo y cuando la estoy por agarrar, otra mano agarra la de al lado. Me separo y lo veo al tipo. Mas o menos mi edad, canasto rojo, los mismos productos que yo. Lo miro a la cara, cansada, el ceño fruncido. Con un movimiento de cabeza le señalo con la pera el canasto y le digo ¿La Tarta de los Domingos? Tuerce un poco la boca y con un soplido suelta un “psssi” y repite “La tarta de los domingos”. Lo dejo pasar primero, y en silencio, marchamos hasta la caja.

martes, 12 de octubre de 2010

SIn vuelta atrás


¿Cuantas veces a lo largo de nuestra existencia tenemos que tomar decisiones, que en teoría, son para toda la vida? Pocas realmente. Y para tomarlas a veces se ponen muchísimas cosas en la balanza. Se analiza minuciosamente cada consecuencia de la decisión Es lógico. ¡Si es para toda la vida!.
Pero para algunos temas que son para siempre hay tal análisis. A saber, los tatuajes.
¿Que lindos son los tatuajes no? Algunos son obras de arte. Los hay muy sensuales.
Me encantan.
Pero en virtud de algunas cosas que he visto, y con la autoridad que me da haber vivido unos años, me permito hacer una advertencia para quienes estén por tomar la decisión de hacerse uno.
Yo creo que en el momento que uno decide hacer un tatuaje, algo indeleble, no es conciente de los estragos que el paso del tiempo produce en las personas. Uno tiende a creer que siempre se mantendrá joven
Algunos ejemplos de casos reales.
. La chica 25 años. Bonita. Apenas rellenita, una leve tendencia a engordar, pero apenas. La cola todavía se mantiene parada. Decidió tatuarse en la nalga izquierda una rosa roja a punto de abrir sus pétalos. Claro, no imaginó, que 15 o 20 años después iba transformarse en una señorota de 95 kg, con un tamaño de culo que si se tira un pedo en un gallinero nos disfraza a todos de indios. Y la rosa, casi un pimpollo, año a año empieza a abrir sus pétalos acompañando el crecimiento del culo, y a decolorarse paulatinamente, hasta transformarse en un repollo.
. De todos modos un repollo es mucho más acorde para ese culo que una rosa.
O también el caso de la minita de 22 años, vientre planito, sin abdominales marcados, pero planito, liso hermoso. Dice: me voy a hacer unas mariposas entrelazadas al lado del ombligo.
A los años la mina queda embarazada y la panza crece como todos sabemos que crece una panza durante el embarazo, y las tiernas mariposas se convirtieron en dos terodáctilos luchando en el aire. Espeluznante. Luego de nueve meses y 23 kg de aumento de peso, nace el bebe y la panza queda,… bueno, sobra piel por todos lados, y los terodáctilos, decidieron hacerse terrestres, cerrando sus alas y se transformaron en el mejor de los casos en dos liebres patagónicas, y en el peor, en un par manchas deformes y arrugadas por los pliegues de la piel, que bien podrían confundirse con dos capullos colgando de una rama. Lo que seria paradójico, si es que recordamos que arrancamos con dos mariposas.
Tampoco los hombres escapan de esta falta de visión de futuro.
El pibe estudiante de periodismo. Militante, con ideales, rebelde. El pelo un poco largo, barba de una semana, prendido en cada marcha y cada protesta
- ¡Si loco, me tatué al Che en el pecho!, le cuenta a sus compañeros, mientras empina una birra
. Pero como suele suceder en estos casos, terminó sucumbiendo ante el sistema. Dejo la facultad, en tercer año, y se caso con una minita que el boludo dejó embarazada por olvidarse los forros. Labura de sol a sol en la ferretería del suegro.
A la birra le siguió dando. Tanta birra, tanta birra, mas un poco de sedentarismo transformaron a nuestro luchador idealista en un muchachote de 125 Kilos que mira partidos del ascenso mientras se manda la grande de muzza el solito. (Con más birra).
Aquellos pectorales firmes son ahora un par de enormes tetas caídas tristemente sobre la panza cervecera a las que no les vendría mal un corpiño. Y la figura del Che bueno,… parece que tantos corticoides que tomaba el Che por el asma que tanto padecía lo hincharon. Esta irreconocible
El Dogor en el verano se fue con la flia a San Clemente y la gente que lo veía cuando se metía en el mar se preguntaba ¿Por qué este Gordo se habrá tatuado en el pecho a Pavarotti?
Así que un poco de sentido común. Que la boludez no sea para siempre.

sábado, 18 de septiembre de 2010

Lista inconexa de cosas que me fastidian


Esta es una pequeña lista inconexa de cosas que me fastidian
1- No puedo escuchar ni un instante de regatón. No puedo distinguir una canción de otra (signo de que es muy elemental) No consigo entender que dice la letra. si es que puede catalogarse como letra. Aun así pude distinguir aisladamente frases, en todos los temas, del tipo: métemelo por acá, sácamelo por allá, perrea por aca, dame más papi, te doy más nena. Ni las canciones de Pomelo son tan básicas
2- Me fastidian un gran numero de cantantes románticos horribles que cantan canciones románticas mas horribles aun, con una poesía que solo es comparable a una montaña de bosta. Pero incomprensiblemente tienen éxito, y hasta llegan a tener clubs de fans con adolescentes y no tan adolescentes que los idolatran.
2a) No se por que, pero NO TOLERO, ni siquiera por 10 segundos la canción Amo del gran Pelotudo de Axel. Amo esto, amo aquello, amo lo otro, con filo, con doble filo. ¿No usara prestobarba? Te amo en tus crisis y en tus calmas. ¿Tus calmas? ¿Cuantas calmas tiene una persona? ¿Se dice así? ¿Las Calmas? Si se dice así suena como el orto. Las Calmas para mi podría ser un buen nombre para un balneario uruguayo tranquilo.
2b) EL culpable soy yooo. El culpable soy yoooo! Jodete pelotudo. Jodete. Un tipo con esa autoestima debe estar solo. Cristian Castro. “Te di todo lo que había en este corazón muy decaído” Muy decaído. Es muy, pero muy jodido, hacer un verso mas choto que ese. Si pobre, dijo la Nona, me anda con el corazón muy decaído el Cristian.
3 -Me fastidia, y siempre me pasa, estar en la cola de un Banco o un Bapro, Pago fácil etc., y no percatarme que adelante hay un flaco con una mochila de la que va a sacar 350 papeles y facturas distintas para pagar, y voy a comerme una hora en esa cola. Y el hijo de mil putas, se caga de risa hablando con la que cobra detrás del vidrio.
4- Me fastidia una vecina, que no se como se llama, que cuando voy algo apurado a comprar algo al almacén del barrio, tengo la putisima leche, de encontrarla comprando antes que yo. No va con una idea clara de lo que tiene que comprar. Improvisa. “Dame 250 de cocido, 150 de queso, 150 de lomito. Dame medio de pan.. Dame 5 juguitos Clight de naranja. Nada más. ¿Cuánto es? Ah no dame 200 de mortadela. ¡La concha de la lora! Si ya habías pedido fiambre. Pero ya termina, me tranquilizo. Y dame un pack de Traviata, también un cuarto de bizcochitos y... ¡Arranca de nuevo! Mientras voy sumando calentura, me imagino ahorcándola hasta la asfixia
5.- Me da en el medio de las pelotas ir a una fiesta en la que no conozco a la mayoría. Las mujeres se juntan por un lado, los hombres se reúnen por otro. Y en ese grupo de hombres desconocidos la conversación es más o menos esta: “El 2007 ya viene con los focos cuadraditos en la cola.”- No el 2006 dice otro. -2007. Te digo el 2007 por que es brasilero. Es 8 válvulas., te consume 8 litros cada 100 Km. -7.8 consume. -Si un fierro, se suma otro. Si lo tuve yo. ¿Sabes lo jodido que es conseguir los repuestos? No vienen.
A la mierda huyo.
Me embolan y mucho las conversaciones de autos. Me alegra tener un buen auto. Pero no es más que eso. Un auto. Son 4 ruedas que me llevan de un lado a otro. Si esta bien y lindo mucho mejor.
Además me resulta chocante la gente que pone sus anhelos sentimientos y logros en el auto. Y detesto la idea del auto como símbolo de status
6) Me molestan las relaciones patológicas entre los hombres y los autos. No puedo entender cosas como esta: -¿Viniste a pie?- Si, lo deje en casa al auto porque llueve. ¿? ¿Y? -No quiero que se moje. O sea, preferís mojarte vos a que se moje el auto. Algo no funciona bien en esa cabeza.
6ª) No puedo comprender como una persona , no tiene nada mejor que hacer la tarde de un sábado que pasarse 4 horas limpiando el auto, pasándole cremas y ceras con una dedicación , una minuciosidad y hasta sentimiento que no le ha dedicado a ningún ser vivo.. De todos modos. si la idea era dejarlo impecable para la salida familiar del sábado a la noche, a no ilusionarse. Esta se concretara si, y solo si, el cielo no inquieta con nubes amenazantes. Recordemos el pavor a que unas gotas traicioneras castiguen el brillo inmaculado de la chapa.
6b) También el siguiente tipo es un pelotudo importantísimo: Conversación dentro del auto
Carlos, tenemos que hablar. Hay algo que tengo decirte.- Si decime. Pero, ¡Pará! ¿Escuchaste eso?- ¿Que cosa? -El ruidito, ahí cuando frené. -No, no escuche nada. Carlos no estamos bien, no me escuchas, me siento sola. - Ahí esta, ahí esta otra vez, el ruidito ¿Lo escuchaste? ¡Pero si le hice frenos hace una semana! – Yo no escuche nada. Te decía que hice algo Carlos, tal vez no puedas perdonarme -¿No le cambio las pastillas? De nuevo, ahí esta. Me dijo que se las cambio el mecánico -Carlos te engañé, con mi profesor de pintura. - ¡Hijo de puta!!!!! , ¡El ruidito esta, no se las cambio, no se las cambio!
6c) Los autos tuneados. No debe haber cosa mas patética y de mal gusto que un auto tuneado. Si el auto es uno que más o menos mantiene su forma podría tolerarse. Pero el boludo inconmensurable, que gasta su tiempo y un dinero, con el que podría comprar un auto infinitamente mejor., en mutilar un Fiat 128 no tiene perdón . No se si interpretarlo como una metáfora del Dr. Frankenstein y el pobre se condena a padecer por la criatura que el mismo ha creado, o un caso de autoestima bajísima que lleva a intentar ser el centro de atención. Sea una u otra no zafa de ser un pelotudo.
Apéndice) Por ultimo y no porque me moleste realmente sino para advertir, de su peligro. Es importante estar alerta cuando vamos manejando en un radio cercano a un “Viejochoto con Falcon”, que es de la misma categoría, pero un 25 % más lento que “mujer que aprendió a manejar después de los 40”. Por la impunidad y desidia con la que conducen y el terrible daño que pueden causar.
La lista es enorme pero la freno acá por ahora. Creo que la voy a mandar en entregas.

martes, 24 de agosto de 2010

Perdido de tanto olvidar

En esta entrega, no esperen una historia graciosa o una observación burlona. No, nada de eso. Voy a usar este espacio como descarga o catarsis. Podría ir a terapia o su nueva y más común variante: contar que siento en Facebook y que todos comenten al respecto y me juzguen y aconsejen. Pero me niego. Además en Facebook hay pocos caracteres disponibles y no tengo poder de síntesis.
¡Que difícil es ser yo!
Esta reflexión la escribí en un papelito hace unos días (y la vuelco hoy acá), mientras estaba en la puerta de mi casa estacionando el auto y tomaba conciencia que no me había llevado las llaves de mi casa cuando salí por la mañana. Así tomé la decisión a la que recurro habitualmente cuando esto me sucede, que es ir hasta lo de mis viejos, que tienen una llave del pasillo que es también la entrada de mi consultorio y se comunica con mi casa. Esto no seria más que un percance para cualquiera, pero cuando es la cuarta o quinta vez que te sucede en el mes empieza a resultar preocupante. Y más aún cuando al regresar noto que tampoco puedo entrar a mi casa por el consultorio. Esto porque advertido de que si alguien entra por el pasillo, como lo hice cuatro veces este mes; también puede entrar a mi casa, decidí cerrar la puerta que da a la sala de espera por dentro. Pero esto también lo olvidé.
Pero este tipo de conducta no es un hecho aislado. Es un síntoma más de un conjunto, que no hacen más que diagnosticar una enfermedad irrecuperable. Realmente hay ocasiones en que no me soporto. No se puede vivir con el stress constante de no saber donde están las llaves de la casa, del auto, los documentos, el celular, o el papel importante que hay que presentar en tal lugar. No se debe mejor dicho. Porque poder se puede, y de hecho así vivo.
El mes pasado, perdí mi celular nuevo. Hermoso estaba. Con línea nueva, de otra compañía, porque el que tenía andaba mal. Recién sacadito. Durante las vacaciones de invierno en Tandil. Creo que me lo robaron en las cabañas, pero conociéndome nadie me lo cree. Y empiezo a dudar yo también. Tuve que ir a la compañía a pedir un nuevo chip, todavía no compre el nuevo teléfono.
La semana pasada perdí mi billetera con tarjetas, registro, canets varios, con todos los contratiempos que esto acarrea. Zafó el documento porque obviamente no lo encontraba antes de salir. Por cierto, también perdí con la billetera el nuevo chip de mi teléfono” robado”, pero ya me da vergüenza ir a la compañía a explicar lo sucedido. Así que estoy con mi teléfono viejo que siempre anduvo mal. Por lo tanto pago 2 abonos de 2 compañías distintas pero no logro comunicarme con nadie.
No es simple créanme. Tengo conductas que no tienen explicación racional.
Nunca tengo tiempo. Entonces hago todo a los pedos, y trato de ganar tiempo en cosas absurdas. Por ejemplo, antes de salir, y con la tele prendida me lavo los dientes y trato de mear al mismo tiempo. El resultado es obvio. No le puedo embocar bien al inodoro dedicado solo a eso, imaginen con el movimiento de lavarse los dientes. ¿Cuánto tiempo puedo ahorrar en eso? Pero lo demencial es que si en la tele había una película digo: ¿Cómo se llama ese actor? No puedo evitarlo. Tengo que encender la compu ir a Google y averiguarlo. Destruí el tiempo ahorrado en el “meocepillado”.
También tengo la creencia de que puedo ahorrar tiempo bajando todo lo que haga falta bajar del auto antes de entrar a la casa en un solo viaje. No importa cuantas bolsas, bolsos, llaves carpetas o papeles haya que bajar. El resultado suele ser desastroso. Las cosas se me caen. Cuando bajo todo,con las dos manos ocupadisimas obviamente no encuentro las llaves de entrada. Se que mis vecinos han visto el penoso espectáculo varias veces.
En ocasiones me es delegada la tarea de realizar las compras de la casa. Nunca, pero nunca compro todo lo que se me encargó. Invariablemente me olvido de algo. Sucede que mi cerebro se comporta con una independencia y un vuelo propio que alarma. No puedo concentrarme en 250 de cocido, 150 de queso y medio de picada especial sin que mi mente vuele a pensamientos ridículos, estúpidos e inservibles. Por ejemplo, una nueva que se me pegó a raíz de una observación de un amigo. Cada vez que voy al supermercado chino de mi barrio me distraigo tratando de calcular la edad de los chinos. De los hombres chinos. No hay manera. Entre los 30 y los 55 son todos iguales. No es como nosotros. No tienen canas hasta los 70. No se quedan pelados, rara vez se ponen obesos y todos, desde adolescentes hasta abuelos se visten como el orto. Y ahí me voy con el cálculo. Al pedo porque después no les pregunto la edad., y la incertidumbre persiste.
Cuando vuelvo a casa el comentario no falla: ¿Y la manteca? Te dije que compres manteca. –Me olvidé. Y de nuevo para el súper.
Insoportable. Me canso de mí. Y no sirve tratar de ser ordenado o metódico. Se nace así. He intentado ser ordenado, anotar las cosas, pero no duro más de 5 días fingiendo ser minucioso. Comportarme con esta conducta, requiere para mi de un esfuerzo y una concentración mayor que la de un cirujano a punto de hacer la incisión. No se puede. Repito, se nace. Y lo he escuchado desde que tenía 7 años: ¡Tenés que ser más ordenado! Es como si me pidieran “Tenés que ser más alto, o “te tiene que crecer el pelo”. No depende de la voluntad.
Un ejemplo final que sirve para dimensionar lo patológico de mi caso. Torneo de futbol, partido terminado, me subo al auto y me voy puteando por como jugamos, y que el arbitro de mierda y el gol que me comí y la puta que lo parió, y un amigo me dice: ¿Vos no viniste con tu hijo?- ¡Cierto tenés razón! Por suerte estaba donde lo dejamos.
Nos fácil, ser yo. No es fácil.
Tenía un buen remate para esto. Pero lo olvidé

martes, 3 de agosto de 2010

Espeto corrido


-¿Acá te parece bien?, pregunto Karina, señalando una mesa de la esquina del salón
-Si, está bien. Lo que no me parece es el restaurante. Pero bueno, prometí que elegías vos, contestó Javier, con su habitual visión negativa de las cosas.
Estaban en un restaurante ambientado estilo gauchesco, pero con “toques modernos”.Repleto. Alejado y por mucho de los gustos de Javier, más afecto a los lugares poco concurridos y menos pretenciosos.
-Acá entonces, dijo Karina despreocupada.
Se notaba que estaba tranquila, que las cartas estaban de su lado .Le había pedido un tiempo a Javier. Una vez más. Definitivo esta vez, pensaba ella. Y la situación no parecía afectarla demasiado. Concentrada en el trabajo, reuniones con amigas y salidas los fines de semana.
Todo lo contrario sucedía con Javier. La necesidad de que las cosas tuvieran un desenlace, lo estaba enloqueciendo. Estaba claramente incómodo, ansioso. No resistió más. Se tragó su orgullo y la llamó para salir y conseguir una nueva reconciliación. Después de una larga charla logró que accediera.
-Este es el lugar del momento, comentó Karina
-Pero es de los que tenés que ir a servirte, argumentó sin mucha convicción Javier, mientras colocaba su campera en el respaldo de la silla.
-Espeto
-¿Quién es Peto?
-No, Espeto corrido se dice, corrigió Karina.
-Está bien, agregó resignado. La ayudó con su campera, y le separó la silla de la mesa para que se sentara, en un gesto caballeresco nada habitual. Pudo percibir que no era su perfume de siempre. Ansioso por ir al grano y jugarse una de las que sabía eran sus últimas fichas, empezó: Mira se que las cosas no vienen bien, pero...
-¿Les explico como funciona el Restaurante Sres.? Un mozo con vestimenta gaucha interrumpió. Vestía bombachas, camisa, chaleco y pañuelo al cuello. Un gaucho. Lo único que no cerraba era un pearcing negro en la ceja izquierda.
-Si por favor, se adelantó Karina
-Son $100 por persona. Pueden acceder al servicio de ensaladas las veces que deseen. Después pasamos nosotros a ofrecer los distintos cortes de carne. Si quieren el servicio Premium que incluye mollejas y otros cortes de primera, son $135. La bebida es aparte. El postre esta incluido.
-¿Qué decís Javier?
-Lo que vos digas, pero no sos de mucho comer no se si llegaras con hambre a...
-Con mollejas. Me apasionan las mollejas, dijo Karina sin dejar terminar la frase, y acá las hacen geniales. Mis amigas me comentaron que son exquisitas.
Javier iba contradecir, pero se contuvo. La imaginó con sus amigas y se ofuscó. Detestaba a sus amigas. Aún en silencio, desvió su vista hasta el fondo del salón, donde un plasma de pantalla plana pasaba imágenes de una doma. La incongruencia más grande que he visto en mi vida, pensó.
-Bueno como te decía, retomó Javier, estoy dispuesto a cambiar, si es lo que...
-¡Para!, ¿Vamos por las ensaladas y la entrada primero? Javier hizo un leve soplido algo molesto. -Vamos, concedió. Mientras se levantaba, se preguntó a si mismo cómo es que habían llegado hasta este punto, casi sin retorno.
Para servirse las entradas había que acercarse a unas mesas que estaban en el centro del salón. La gente, algo apretada, giraba lentamente en derredor de ellas, como musulmanes en La Meca, mientras se cargaban en el plato las diferentes ofertas. Delante de Javier, una señora; casi obesa, no perdonaba ninguna opción. Había construido una verdadera pirámide mezclando ensalada rusa, pollo en escabeche, diversos tipos de hojas verdes, tomates cherry, lentejas con huevo duro, chauchas, varios tipos de quesos y berenjenas, en un prodigio de ingeniería.
A Javier solo le llamó la atención una solitaria feta de jamón crudo, que quedaba en una bandeja. Tomó la pinza para servírsela, pero se distrajo un momento observando a Karina, que le había quedado en frente. Le pareció mas linda que nunca. Cuando bajó la vista, la feta de jamón ya no estaba. Miró hacia su derecha y vio a la señora gorda huyendo con la feta de jamón colgando en la cúspide de su pirámide. Javier calculó que si lanzaba su plato desde allí, podía acertarle en la cabeza. Era bueno con el frisbee. Pero sintió la lapidaria mirada de desaprobación que le lanzó Karina.
Volvieron a la mesa. Javier esperó unos instantes hasta quedar acomodados, y trató de retomar.
-Bueno, lo que quería decirte es que pensé mucho en lo me dijiste la última vez y…
- ¿Una empanadita? Interrumpió abruptamente el mozo
.- Si, gracias, contestó Javier, aguardó a que se retirara un poco el mozo, la miró a los ojos y le dijo con fingida calma..
- Mira lo que decía, es que estoy dispuesto a hacer un esfuerzo por cambiar
-Eso ya me lo has dicho antes
-Si, pero esta vez es en serio. Mira...
-¿Pollo Señores? ¿Gustan pollo? El mozo reapareció, con varias presas de pollo ensartadas como brochette en una espada.
-Bueno dijo Karina.
Javier, sin responderle, clavó la mirada en el extraño plato cuadrado que tenía sobre la mesa y sintió nacer un calor en el estómago. Esperó a que se aleje y volvió a empezar:
- Se que suelo enojarme sin motivos y exploto, y te hago pasar malos momentos, pero hay algo que quiero que sepas...
-¿Vacío Sres.?
No, lleno. Y hasta las bolas, pensó Javier. Empezaba a tomarle algo de bronca al mozo, a los gauchos, a los cuadros de Molina Campos que decoraban las paredes y al propio Molina Campos.
-Si, el pollo no es mi favorito, mejor vacío, dijo Karina ¡Qué pinta tiene!
-Me olvidé por donde iba, dijo Javier. Terminar una frase acá es más difícil que en “Almorzando con Mirtha Legrand”
-No me dijiste nada, no se adonde querés llegar
-No, está bien, trató de serenarse. Pasa que quiero encontrar las palabras justas para demostrar que estoy plenamente...
-¿Asado Sres.? Una vez mas el mozo. Javier, mientras negaba con la cabeza, lo miró con odio. El mozo le mantuvo la mirada.. Luego de un silencio largo Javier soltó:
-¡Te decía que no se puede acá! No puedo comer a mi ritmo, no puedo hablar. ¡Esto es una mierda!
Respiró profundo y trató de seguir: -Te juro que estoy cambiando.
-Me cuesta creerlo, veo al mismo autoritario y egoísta de siempre.
-¿Te cuesta creerlo? Lo que pasa es que me estoy replanteando…
-¿Pechito de cerdo ?Otra vez el mozo.
-¡Escuchame Don Segundo Sombra!, ¿Me explicás como carajo alguien puede comer a la velocidad que traés las cosas?, exclamó Javier mirando fijamente al mozo
-¿Srta. ,Ud.?, dijo el mozo, ignorando completamente la agresión
-No gracias .Ya estoy llena, agregó claramente disgustada por la escena, Karina. El mozo se alejó
-¿Ya estás llena? ¿Cómo que ya estás llena? ¿Y las mollejas?
-Si, entre las ensaladas el pollo, y el vacío estoy llenísima
-¡No ves que es una cagada esto! Te embuchan con porquerías y te llenás. ¡Si yo hablo al pedo!, me haces pedir mollejas.¿Para que? ¿Para que mierda?¿ No ves?
-Lo que yo veo es que sos el mismo de siempre, no entendés. No me entendés.
De un modo insalvable las diferencias afloraron. Como tantas veces.
-Lo único que se es que a vos te llenan la cabeza las pelotudas de tus amigas, manga de víboras que están al pedo y de joda, y nunca se bancaron que se los haya dicho en la cara. Y te advertí que este no era un lugar adecuado. Es un mamarracho que se la da de restaurante de onda, con todos esos pajeros disfrazados de gauchos. ¡El caballo más próximo que vieron fue en una calesita! Concluyó elevando el tono
-El dueño de la verdad. Sos insoportable. Y mis amigas tienen razón. Vos no podés cambiar. Ningún hombre cambia. De todos modos estuvo de más esto. Tenía una última esperanza, pero es inútil. No debí venir. Lo lamento, pero hasta acá llegamos, dijo con los ojos vidriosos.
Karina se despidió con un beso en la mejilla. Agarró la cartera, se llevó el abrigo en la mano y se fue decidida hasta la puerta. Javier, incrédulo, la vio alejarse semitapada por unas boleadoras que colgaban en una arcada.
El mozo que había permanecido a menos de dos metros, se acercó. Javier podía jurar que por un instante se le dibujó una leve sonrisa. Dio unos pasos hacia el y le dijo:
-¿Mollejas Sr.?

viernes, 9 de julio de 2010

Una víctima del Feng Shui


El ser humano necesita creer, es sabido. Necesita enriquecer su espíritu Hay innumerables modos de hacerlo, algunos mas difundidos, como la religiones tradicionales, y otros menos
Mi mujer lamentablemente hace algún tiempo creyó haberlo encontrado. Y digo lamentablemente porque lo hizo a través del Feng shui. La verdad es que llegué a vivir un calvario.
Ella con un entusiasmo desmedido dijo que era la solución para todos nuestros males. Los de pareja y los económicos. Todos. Que la energía Chi colmaría nuestras vidas. Yo pensé -“Cagamos. Una nueva. Ya pasamos por el Reiki, el tarot, la meditación trascendental, la filosofía Zen, Osho y la re puta que lo parió”. A lidiar con el Feng Shui entonces.
¿Conocen el Feng shui? ¿Cómo definirlo?… es una, vamos a decir pseudociencia china, que se basa entre otras cosas, en la existencia una energía positiva que se modifica de acuerdo a los puntos cardinales. Y se mezcla con la arquitectura y decoración de interiores porque hay que orientar cada habitación de la casa, hacia algún punto cardinal conveniente.
Mi mujer se lo tomó realmente en serio. Contrató un asesor de Feng shui, que vino con una brújula. Hizo unas mediciones y dijo que la casa estaba mal orientada. Y que sería mejor mudarse. ”Esta en pedo, o trabaja en una inmobiliaria”, pensé pero la cosa iba en serio.
Junto con su asesoría empezamos a buscar casas bien orientadas (hacia el norte). Encontramos en una inmobiliaria la que reunía las condiciones. Hermosa. Y a un precio más que accesible. El asesor me pidió que averigüe quien la habitaba antes. Con fechas de nacimiento de todos sus habitantes. Los busqué, los encontré y pedí hablar con el dueño. Le parecieron muy sospechosas mis preguntas. Lógico. El tipo tenía una empresita y había quebrado. Cuando quise saber las fechas de nacimiento de toda la familia me echó a empujones de la casa. Lo llamé varias veces más. Ya fastidiado me amenazó con que me iba a denunciar a la policía si lo seguía molestando.Cuando se lo comenté al asesor, me dijo que era un dato fundamental para determinar si habría prosperidad en la casa. Mi mujer me lo rogó Insistí entonces en el Reg. Nac. de las Personas. Resultó que el tipo tenía un conocido en el Registro y le avisó. Me puso una denuncia por acoso y me prohibieron acercarme a menos de 500 mts. a la redonda.
De todos modos el asesor no iba a dar su visto bueno, porque un fracaso económico “contaminaba la casa” y de seguro resentiría nuestra prosperidad. Y agregó que quien habitara esa casa sería noticia. Así que decidimos refaccionar la nuestra. A la casa la compró un matrimonio joven con un bebé chiquito. El flaco a los 20 días de comprar la casa efectivamente fue noticia y salió en el diario. Se ganó el pozo acumulado del bingo que llevaba 8 meses sin salir.
En el frente de la casa había un par de árboles. Nuestro querido asesor decidió quitarlos porque era una obstrucción a la energía que pudiera entrar en la casa, que ya no estaba bien orientada, y no podía permitirse tener más obstáculos. Me llagué las manos cortando los árboles a puro hachazo. Un vecino me denunció y la Municipalidad me hizo una importante multa...
Luego usó nuestras fechas de nacimiento para buscar un número llamado Kua. Y de acuerdo a eso nos dijo que el dormitorio, para lograr una vida sexual plena, debía orientarse al norte. No era posible. Así que luego de voltear algunas paredes, la pieza dejo de ser pieza., y mi estudio que más o menos apuntaba para ahí es mi dormitorio ahora.
Aconsejó, u obligó mejor dicho, a tener en la casa animales domésticos fetiches para el Feng shui. Transformadores de energía negativa en positiva. Especialmente gatos y tortugas. Mi mujer compró 4 gatos. El asesor dijo que los gatos suelen elegir para descansar lugares de buena radiación. Y que nunca por ningún motivo, debemos acomodarnos en dichos lugares. Tres gatos eligieron acomodarse en mi dormitorio. Mas precisamente en mi cama que apunta al norte. Así que pasé a dormir en mi estudio. Que antes era mi pieza.
Me encargó a mí que consiga las tortugas. No es fácil, están en extinción. Pero de contrabando conseguí 14 tortuguitas en 2 cajas en un mercado medio trucho. En el momento en que me las llevaba llegó una inspección de la Dirección de Fauna Silvestre. Fui sancionado y anotado en un registro. Advirtiéndome que si reincidía, me pondrían una importante multa y podría ser llevado a juicio. Pero pesar de esto, devolví una de las cajas y sigilosamente pude llevarme la otra con 7. Andaban deambulando por toda la casa, cagaban por cualquier lado y tenia que andar cuidándome de no pisarlas. Ni a la mierda, ni a las tortuguitas.
Solucionado esto, dijo que decoráramos con objetos redondeados, sin puntas ni filos. Mi mujer compró un montón de vasijas bajas que contienen unas piedras ovoides grises oscuras. Mis hijos las usaban para jugar y estaban todo el día por el piso. Tropezaba con ellas a cada rato y llegué a torcerme el tobillo por su culpa Dos veces. Debí soportar quince días de yeso.
Después aconsejó de modo especial la presencia de una fuente de agua en movimiento en el frente de la casa. Según las premisas del Feng Shui el agua es energía, pero debe estar al frente. Luego de una tenaz insistencia de mi mujer, mandamos a construir en el jardín, a una gente especializada en el tema, de la que nuestro asesor era también asesor, una fuente con cascada que salió una fortuna. Un despropósito…
El asunto más complicado fue el del baño. El baño según los chinos es un lugar donde la energía se pierde. Y en el Feng Shui original aconsejan incluso que este fuera de la casa en lo posible, ya que lo consideran un sitio conflictivo. Yo pensé, “bueno es lógico que sea conflictivo. Una raza que basa su dieta en el arroz debe gastar mucha energía en el baño. . De ahí los ojos rasgados.”
Pero a pesar de mi firme negativa, el fundamentalismo de mi mujer llevaría las cosas demasiado lejos y el baño fue mudado al patio.
Un día me desperté en la madrugada descompuesto. Con cólicos. Medio aturdido aún, busqué el baño, que ya no estaba donde siempre. En cuanto tomé conciencia, corrí hasta el patio. La puerta estaba cerrada y no encontraba la llave. Cuando la situación se hacía insostenible, tuve que tomar una decisión drástica. Salí de la casa para dar la vuelta y entrar por detrás, saltando la pared que da al patio. Me desgracié en el intento .A los gritos desperté a mi mujer desesperado. Me dijo que así no me permitía entrar. Que era una carga de energía negativa. -¿Una carga de energía negativa? ¡Me cagué pelotuda!-, le dije exasperado.-Así no- me recalcó. Debía limpiarme antes. Solo me tiró una toalla. Por suerte estaba la fuente del jardín.
Lo peor sucedió una tarde mientras miraba por la ventana. Cuatro chicos que paseaban en un carro pararon en la puerta de mi casa, y se pusieron a orinar en la fuente. Desde la ventana les empecé a gritar. Pero se rieron y empezaron a burlarse de mí. En un ataque de ira empecé a agarrar las piedras ovoides que los chicos dejaron tiradas en el piso y se las empecé a lanzar enajenado. Lamentablemente mi vecino vio lo sucedido. A decir verdad estaba decididamente harto de los ruidos de las refacciones. Aprovechó entonces para denunciarme por agresión a menores. La inspección originada por esto, derivó en una nueva denuncia por tenencia de animales en vías de extinción. Sucede que en la desesperación, manoteaba sin mirar las piedras del piso. Les tiré dos piedras y cuatro tortugas.
Por reincidente fui condenado a 3 meses de prisión en suspenso. Y a pagar una multa de 6000 pesos
Así que a pesar de no poder dormir en mi pieza, la denuncia por acoso, dos esguinces de tobillo, la condena por tráfico de animales, el juicio por agresión a menores, las multas y alguna otra boludez como cagarme encima, el Feng shui consiguió que viva en la mas absoluta armonía.: Me fui a vivir solo en un departamento que me alquilé en el centro.

viernes, 2 de julio de 2010

Mis 40

Cumplí 40 años.Mi mujer quería hacerme una fiesta grande.Única, original.Tuve una idea genial. Se la escuche a un actor en un reportaje: el tipo invito para sus 50 a todas las mujeres que habían pasado por su vida. Con sus actuales parejas incluso. !Hago eso! me dije. Y puse manos a la obra.
Imaginense que no es fácil conseguir todos los teléfonos. Es una tarea logística ardua, pero con paciencia y perseverancia los obtuve. !Los dos!
Una no me contestó, y la otra no quiso saber de nada que tuviera que ver conmigo.
No , esto es mentira. Ninguna de las 2 quiso saber nada.
Así que desmoronada esta idea, que no tenia apoyo por parte de mi mujer además, me ofusqué.
Y por esto y por algun otro tema, la fiesta fue pospuesta por el momento.
Decidí reflexionar entonces:
¿Por qué hay que festejar especialmente los 40? ¿Es una moda como festejar divorcios? Entiendo que hay una fascinación por los números redondos y los cambios de década. Pero, ¿porqué no los 30?. ¿O los 50?. ¿Es que los 40 son la mitad de la vida? Entonces, ¿donde hay que firmar ?, si es que viviré hasta los 80. Y siguiendo con las convenciones:¿ Tengo que hacer un balance? ¿Inevitablemente debo entrar en crisis? No se. Para mi que esto esta urdido por la gente que maneja el rubro fiestas y eventos para incrementar ingresos. Demasiados salones, demasiados fotógrafos, demasiadas empresas de catering. Que por otra parte,antes se llamaba servicio de lunch y no recuerdo cuando cambio el nombre. No da el numero.
Entonces ya no les alcanza con los casamientos y los cumpleaños de 15, o algún boludo que festeja 50 años de casado.(Siendo sincero, mas que Bodas de Oro deberian llamarse "Bolas de oro" ,porque 50 años no debe ser joda, ¿o no?) .
Sucede que somos en general influenciables.Y nos venden fiestas con una facilidad asombrosa. Sino como es posible que ahora tambien se festejen San Patricio o Halloween. Falta que nos emboquen el Dia de Accion de Gracias y andemos deseperados comprando pavos. Hacemos carton lleno.
Y así tenemos a cuarentones que se patean los huevos,varios pelados y panzones, preparando una fiesta con Disck Jockey, carnaval carioca, y hasta un clip emotivo que pasa fotos desenfocadas de cuando era pendejo.
A este paso lo único que falta es que en un tiempo aparezcan los señores de 40 sacándose fotos agarrados delicadamente de un pinito en los jardines de la Municipalidad, o descendiendo de un carruaje al llegar al salón, mientras suena el tema elegido para la entrada triunfal.
Y es en esta absurda similitud con un cumpleaños de 15, donde voy a detenerme para dejarme arrastrar por esta moda. Todos sabemos que hoy en día a las adolescentes que están por cumplir 15 años, los padres (que pueden) les preguntan:"Hija, para tus 15, querés fiesta o viaje a Miami con tus amigas?”
Y ahí es donde esta el tema, el meollo del asunto, el centro de la cuestión.
!Yo quiero que me hagan esa pregunta! Y mi respuesta no se hace esperar.!Ni un instante!
Así que amigos les pregunto: ¿Quien se engancha conmigo a festejar mis 40 en Miami?

viernes, 18 de junio de 2010

Esos locos bajitos

“A menudo los hijos se nos parecen, así nos dan la primera satisfacción”, dice Serrat en el comienzo de Esos locos bajitos. ¡Para el! Es una canción que suele emocionarme. Aunque en mi caso particular mas que una satisfacción, es una preocupación. Voy a tratar de explicarme.
Uno toma una foto propia en una edad aproximada a la de su hijo, y el parecido suele ser asombroso.
En lo que a mi respecta, la situación se observa decididamente en el caso de mi hijo mayor, Juan. Tiene 6 años y ya podemos vislumbrar una nariz que marcará un sello distintivo. Su segura independencia. Su segura independencia del resto de la cara. La hija de puta se va a alejar sin miramientos. Irá para adelante sin remordimiento alguno, dejando atrás a ojos, pómulos y boca, que hasta ahora son sus cercanos compañeros. Promete, dará que hablar.
En cambio si nos detenemos en Segundo, mi hijo menor, el parecido físico no es tan notable. Tiene mas cosas de la mamá, pero si somos detallistas y volvemos comparar fotos a edades similares, vamos a encontrar que tiene el cabello color castaño claro, finito y bastante rebelde, con rulos grandes. Muy semejante a como yo tenia el pelo a los 3 años. Lo que le garantiza comentarios del tipo ¡Qué rulitos hermosos!”, una dificultad notoria para peinarse, y quedarse pelado antes de los 30.
Pero en realidad estas características físicas no son motivo de preocupación. No tuve ni tengo complejos, y estoy convencido de que tampoco ellos los tendrán.
Ahora, lo que me deja estupefacto, es como los hijos se nos parecen al hablar, en las expresiones que usan y fundamentalmente en el carácter o temperamento. Esto último ya asusta.
Sin ir mas lejos, hace unos días regresaba del trabajo e imaginaba el escenario habitual de cada llegada: el ruido de la llave en la puerta que les anuncia mi llegada y la corrida de los dos para “luchar”, espada en mano, o guantes de box.Yo creo que es violencia acumulada de tanto jugar a la Play Station, ver Dragon Ball, o a los pelotudos de los Powers Rangers y necesitan descargarla. Conmigo. Encima los ataques del más chico caen en su mayoría a la altura de los genitales. Peligrosísimo.
Sin embargo, no fue así. Entré a mi casa y lo veo a mi hijo mayor en el sillón, con cara de enojado, la mirada fija en el televisor, pero sin prestar atención. Las rodillas recogidas contra el pecho, sostenidas por las manos. ¿Que paso?, pregunté
- Y, esta contrariado porque no le salen unas tareas que le dejaron para hacer en el colegio, me contestó mi mujer.
Esta en primer grado y se que no es simple el cambio, una responsabilidad nueva para el. Y ahí es cuando uno se dice a si mismo: “Este es el momento de actuar como padre, de dejar una enseñanza que le quede grabada para siempre”. Entonces fui hasta donde estaba y le pregunté. .-“A ver contame ¿Qué pasa?” -.No me sale el 4, contestó con el ceño fruncido, sin mirarme, y dando por concluido el dialogo.
Crucé una mirada con mi mujer. Ella, cansada, me explicó. No le sale y en vez de tratar de hacerlo hasta que le salga, lo abandona, se frustra y lo deja. Concluyó la explicación con un gesto que dejaba entrever que era el momento de mi intervención definitiva.
Y ahí tenia a mi hijo, desanimado, habiendo desistido de una tarea ante la primera adversidad, sin luchar, sin rebelarse, dejándose vencer por un pequeño obstáculo.
Así que me acerque, me incline hasta que mis ojos quedaron a la altura de los suyos, lo mire fijo, hice una pausa, lo abracé y le dije: ¡Hijo e’ tigre! ¡Igualito a papá!

domingo, 13 de junio de 2010

Fastidio tinto






Hace unos días fui a comer a un restaurante. En la mesa contigua había un grupo de gente joven. El mozo les trajo un vino. No se si era bueno o no, pero lo cataron. No les gustó y lo devolvieron. Después discutían entre ellos sobre la calidad, si era muy maderoso y bla bla bla. Puede ser que entendieran, pero para mi no tenían ni la mas puta idea y se la daban de conocedores.
Sucede que ahora con el canal Gourmet y demás pelotudeces, todos son entendidos. Y parece que saber de vinos tiene “onda”.
Hay una pedantería que rodea a este mundillo que me fastidia. Cuando uno escucha a un catador profesional, enólogo, sommelier, o como se llame, la sensación que queda es que estamos ante un elegido. Frente a alguien que tiene un don divino para poder apreciar sensaciones que están vedadas al resto de los mortales.
La verdad es que me tienen un poco podrido todos esos Sres. pretenciosos que no paran de gastar metáforas absurdas para definir el gusto del vino. Existe todo un lenguaje de adjetivación compulsiva .Una catarata de calificativos inverosímiles, algunos insoportables.
Un “festival para los sentidos”.Así suelen comenzar algunas descripciones de vinos de los supuestamente buenos.
Después de una descripción lógica del color, la cosa empieza a derrapar. Empezamos por el olfato. Una payasada. Olfato de superhéroe de cómics .
Tienen tan refinado el olfato que pueden discriminar un olor y separar cada uno de sus partes. Los tipos ponen cara de científico que esta por dictar la formula de un teorema que va a quedar para la posteridad, se ponen la copa en la nariz no más de 10 segundos y te sueltan que tiene un aroma que recuerda a: Cassis, menta, cigarros, chocolate, clavo de olor, canela, pimienta negra, frutos rojos, frutos negros maduros, aceitunas negras, eucalipto, especias, arándonos, cerezas, aromas minerales, guindas y grosellas. ¡Grosellas! En su puta vida olieron una grosella. Ni la vieron. No saben como es.
¿Pude ser posible que alguien perciba tantos olores?
Calculo que cuando entran a algún baño dicen: “Aja. Percibo un tri varietal, notas de huevo duro, garbanzos y brócolis en salsa blanca., con equilibrio entre los cepajes. Bien estacionado. Y por la firmeza y persistencia vemos que es un ejemplar joven. No hace mas de 20 minutos que han cagado acá”
También le adjudican características humanas al vino. Le otorgan personalidad, coherencia, equilibrio y complejidad.
¿Es posible que le encuentren “personalidad” a un vino?
Para completar el combo, le sumamos al circo de los aromas y al perfil psicológico del vino, la reseña de los sabores.
Aquí la pantomima adquiere ribetes de comedia. Los tipos hacen un buche poco elegante y arrancan. En primer lugar los vinos no son dulces o amargos. Tienen distintos grados de dulzor o amargor. Todo terminado en “or.”¿Si se les pasa la sal en la comida le encuentran demasiado grado de salador? Me dan ganas de que cierren el to-or
Para finalizar retoman las metáforas y las descripciones, que en el afán de hacerlas literarias terminan siendo rebuscadas y desbarrancan.
“Sabor redondo y sin bordes, que apuntalan su vigor. De final largo e intenso.”
¿Qué descripción es esa?..Por favor estamos hablando de tomar una bebida. ¡De chupar vino señores! Chupar vino. De un placer.
¿Es posible que alguien pueda chupar por placer algo redondo y sin bordes, para apuntalar su vigor y que tenga un final largo e intenso?....
Bueno, si. Eso es posible…

sábado, 5 de junio de 2010

Beatiful day


Que misterio son los sueños. Se que hay una explicación lógica de especialistas para entenderlos, pero a mi me gusta pensar que en el cerebro hay varias oficinas. Una para cada función. Así tenemos la encargada de “Memoria y recuerdos”, la que se ocupa de “Destreza y habilidades para deportes” etc.; y que cada una de ellas tiene un jefe. Un encargado que a su vez tiene varios empleados.
Se supone que debe haber gente idónea y capaz en cada oficina. En el departamento “Sueños”, calculo que debe estar al frente alguien con formación en las artes audiovisuales. Directores de cine. Tiene que ser gente preparada.
En mi caso particular esta oficina paso por varias manos. Realizadores de buen nivel. Tuve una época en que al capo se ve que le gustaba el suspenso. Debía ser admirador de Hitchcock. Y ahí mandaba esos sueños, o pesadillas mejor dicho, en los que uno necesita correr para huir, pero las piernas no obedecen. O la variante extrema y que más me hacia sufrir: hay que gritar pero la boca está sellada. Imposible emitir sonido. ¿Como no puedo hacer algo tan simple como gritar? .Desesperación, pánico. Angustia. Hasta que la pesadilla concluía con un esfuerzo supremo, que concretaba el grito en plena madrugada despertando a todos.
Un fenómeno el tipo. Director de la puta madre.
En la adolescencia había agarrado el laburo uno que la tenia muy clara en el cine porno. Impresionante el realismo. Flojo en la música, pero muy bueno. De vez en cuando se da una vuelta y le encargan algún laburito. Sigue haciéndolo bien. Y mete cada vez más actrices. Un creativo.
En cambio ahora parece que agarro el cargo alguien que no esta en su sano juicio. No se si los buenos están muy requeridos, o trabajan sólo con gente importante. Le gusta la comedia al tipo, pero en vez de hacerme reír, se ríe de mí. Me avergüenza haciéndome pasar por situaciones incómodas.
Lo que sigue a continuación es 100% de su creación:
Me encontraba a un lado de un escenario montado en un estadio repleto. Una verdadera multitud. Estaba rodeado de gente. Entre toda esas personas estaba Bono el líder de U2., a unos pasos de él, The Edge, el guitarrista; y a un metro más, el baterista, con los palillos en la mano. Evidentemente la entrada para empezar el recital era inminente. Le dije a mi amigo de toda la vida Silvio, que me acompañaba en el sueño, fanático de U2 él ¿Podes creer donde estamos? No terminé de formular la pregunta cuando una voz gritó: ¡Salen! Al mismo tiempo alguien me pasó una correa por sobre la cabeza, y un bajo eléctrico me quedó colgando a la altura de del vientre. Me dieron un empujón y una arenga ¡Dale eh! Entrada y ovación.
Hice una protesta tan ridícula como la situación misma: ¡No se, no se tocar! Pero nadie parecía escucharme. Así que tuve que ingresar tímidamente al escenario y me ubiqué en “mi lugar” por descarte .Quedé detrás y en diagonal a Bono, vestido con un traje tipo superhéroe, y algo mas lejos de The Edge, con un gorro de lana en la cabeza, que estaba más a su derecha. Podía escuchar el rugido de la multitud, pero no verla. Las luces de los reflectores me enceguecían. ¿Como carajo estoy aquí? Hay un error. ¡No puede ser, no puede ser, si no se tocar! La angustia iba en aumento. Junto a mi pie derecho, pegado con cinta al piso, un papel escrito con marcador negro, tenía la lista de temas. Arrancaba con “Beatiful Day”.
Resignado puse los dedos índice y mayor de mi mano derecha sobre las cuerdas, desde arriba como hacen los bajistas. Quería llorar. Inmediatamente escuché el sonido de los palillos del baterista chocándose entre sí tres veces. ¡Y arrancó! Toqué una cuerda al azar, después otra y otra, alternando los dedos. Con los dedos de la otra mano recorría el diapasón indiscriminadamente. ¿Estoy tocando bien? Bono y el guitarrista cruzaron miradas inquietos. Algo no andaba bien. ¿Y como mierda iba a andar bien? Bono giro y me hizo una cara de disgusto, lo que me puso mas tenso aún, si es que esto era posible. -“It was a beatifiul daaa aay…” canto Bono, llego una pausa. Se dio vuelta y me dijo ¿Qué hacés? No pude articular palabra. Paralizado por el miedo solo atiné a encogerme de hombros, lo que hizo que se molestara más. Se acercó unos pasos., pude verle de cerca la cara. Tenía esos lentes envolventes de tono marrón. En perfecto “argentino” me dijo ¿Qué hacés pelotudo?-¡Pero si yo no se tocar, no se tocar!
-¿Qué, no sabés tocar, boludo? La situación me había desbordado por completo, y una voz interior me decía ¡Huí, rajá!
Le hice caso. Tiré el bajo al demonio, y corrí hacia el mismo lado por donde había entrado. Tropecé con varias personas, hasta que caí. Ahí desperté, todo transpirado.
No caben dudas, estoy en manos de un delirante. Tiene que haber un Productor cerebral que lo raje, para que otro agarre la dirección de la oficina. Uno nuevo. O mejor, que vuelva agarrar el del cine porno. La pasaba mejor.

sábado, 29 de mayo de 2010

Contactos del mas allá

Uno sale con una mina. Te gusta, parece que hay cosas en común .Definitivamente hay conexión .Pero hay temas que complican, creencias que ponen barreras; que pueden hacer que una relación que promete, quede trunca.
La charla fluye sola por temas variados, hasta que sin querer entras en uno ríspido.
¿Que haces entonces? ¿Lo dejás pasar, o no? Alguno puede decir: “yo por ganarme a una mina le sigo la corriente aunque me diga que es la reencarnación de Juana de Arco”.No se, no es tan simple. Algo como esto podría suceder:
Estaba en un bar tomando un café con una mina. Todo parecía ir sobre ruedas. Muchas cosas en común; música, cine, libros. Hasta que en un momento se queda con la mirada perdida.Le pegunto-¿Te pasa algo?
-Es que ayer me paso algo y no puedo dejar de pensar en mi abuelo. ¡Si me parece verlo! Siempre sentado en su silla en la vereda, con la gorra gris, saludando a todos los vecinos. Y con el audífono al máximo. No escuchaba bien, pobre .En los últimos años menos. Yo todavía guardo el audífono en una cajita.
-¿Falleció tu abuelo no? ¿Cuanto hace?, pregunté, temiendo que fuera algo muy reciente.
-Hace 6 años
-Hace bastante.
Se quedo un rato en silencio. No me atreví a decir nada, así que dejé que ella retomara la conversación y mientras aprovechaba para terminar mi café, casi frío.
-Los muertos a veces necesitan comunicarse, me dijo en un momento.
-¿Los muertos? Ya imaginé por donde podía venir la cuestión.
-Si, pueden aparecerse en sueños., o directamente ponerse en contacto con vos. ¿Nunca tuviste un contacto cercano con muertos?
- Bueno, el equipo con el que juego el torneo de futbol los sábados…pero ¿No me digas que crees en esas cosas? pregunte, a decir verdad de un modo algo despectivo.
Es que allí esta el conflicto: el escepticismo crudo contra la creencia. O su experiencia, vaya uno a saber. Es algo irreconciliable. ¿Se puede salvar este obstáculo?
Percibió mi incredulidad, entonces me contestó con firmeza:
- No es algo en que se cree. Sucede realmente. Si a vos no te pasa es porque no tenes sensibilidad. Yo vi a mi abuelo muerto en mi pieza, me dijo
-¡No me digas que lo velaron en tu pieza! Debe ser feo que quede el recuerdo del…
-No tonto, interrumpió, al espíritu de mi abuelo. Estaba casi dormida y lo vi.
Cagamos. Pero cagamos bien cagados ¿Como hago para seguir adelante con esto sin burlarme, cuando no creo ni un poco en estas cosas?
-¡No me digas! ¿Por que apareció? pregunte en un tibio intento de mostrar interés
-Yo creo que estaba buscando algo dijo, mientras hacia un bollito con los restos de un sobrecito de azúcar.
-¿En tu pieza?
-Era su estudio hasta que falleció. Luego mis viejos remodelaron la casa, y paso a ser mi pieza. .Así que creo que esta buscado algo para poder irse tranquilo.
-¿Irse? ¿A donde?
-A la paz definitiva, no se .Al cielo. Le conté a mi mamá
-Uh ¿Que te dijo? Te saco un turno con un psicólogo seguro
-¿Estas loco?
-¿Yo estoy loco? Iba a preguntar, pero me contuve.
-No, ella también ve espíritus y mis hermanos también.
-A lo mejor una terapia familiar seria mas aconsejable entonces…
-Sos un tarado.
La puta que lo parió, me dije. Cada vez peor. ¿Por que no cambio de tema y listo?, pensé para mí, pero la situación ya era como un tren lanzado a toda velocidad, y a punto de descarrilar
-Mamá me dijo que debajo del piso el abuelo guardaba sus ahorros. Era de esos pisos de madera. De pinotea, con sótano.
-¿O sea que el abuelo andaba buscando guita para poder entrar al cielo?
No hay caso es mas fuerte que yo.
-Bueno, no se si es así
-¡Lo que faltaba, están cobrando entrada arriba! Poca recaudación terrenal.
Me miro con disgusto. Así que redoblé sabiendo que no había retorno:
-O no, ¡ya se!, el viejo se mandó una cagada en vida y no lo dejan entrar. Se quiere evitar el purgatorio ¡Lo quiere coimear a San Pedro! Típica argentinada .Pillo el jovato.
-Me voy. –Dejó 10 pesos sobre la mesa- Te pago lo mío, dijo decididamente fastidiada.
-No, yo pago. Pero ya era tarde.
Se levantó empujando la mesa con brusquedad, haciendo que los pocillos temblaran
Ya de pie, mirándome desde arriba arremetió-
-Pensé que eras alguien con quien se podía hablar. Pero resultaste ser un imbécil
que no es capaz de darse cuenta de lo mal que la pasé, y cuanto estoy sufriendo. Y agregó con dramatismo: “Lo tuve ahí de perfil, a cinco pasos. Lo llamé-¡Abuelo! Pero no se dio vuelta; entonces le grité ¡Abuelo, Abuelo! Y nada; él giró, me dio la espalda y se fue alejando sin contestarme, hasta desaparecer. No me escuchó, no me escuchó; finalizó negando con la cabeza.
- Ah, ¿no te escuchó? ¡Como no me avivé! no buscaba guita. Estaba buscando el audífono.

sábado, 22 de mayo de 2010

Chica Cosmo



Nunca le había dado mucha importancia a las revistas de la sala de espera. Suponía que para los pacientes no tendría relevancia si las que estaban a su disposición eran de las que vienen con algunos diarios los domingos. Ni siquiera le daba importancia a la fecha. Era tan poco el interés que ponía en el tema, que algunas permanecieron por largo tiempo en el revistero, adelgazando de tanto perder hojas arrancadas por pacientes que habían encontrado interesante una nota.
Este error que no era una buena presentación, me fue alertado en una ocasión por una paciente que se quejó de la revista que había estado leyendo. Era un número especial dedicado a la muerte de Alberto Olmedo. Tragedia de la que habían transcurrido ya 16 años.
De modo que decidí renovar y mantener actualizado el revistero. Compré algunas revistas para hombres, otras de viajes y unas cuantas femeninas.
Y sobre estas ultimas es a lo que quisiera referirme con un poco más de profundidad. En especial a la revista Cosmopolitan. Me cuesta encontrar un adjetivo para describirla. Su objetivo parece ser aconsejar y guiar a la mujer moderna, a la que la propia revista bautiza como “Chica Cosmo”.
Puedo reconocer que en ocasiones tiene artículos interesantes, o reportajes logrados. Pero tiene secciones que no tienen desperdicio, con consejos invalorables para la sofisticada mujer del siglo XXI. Por ejemplo: “Como colgar un cuadro” (pueden reclamarme la revista si no me creen)
Tests basados en datos infalibles y científicamente comprobados que permiten definir la personalidad de un hombre, tomando como premisa si les gusta más un pino, un roble o un sauce.
Pero la sección que afana, la que gana por goleada y no tiene contrincantes es “Sexo y pareja”.Inigualable.
Allí la sexualidad femenina, en teoría poco explorada, dio un merecido vuelco de 180 grados, siendo exaltada y mostrada como “un tesoro al que hay que descubrir y redescubrir cada vez”, en textuales palabras de la revista. Todo esta orientado a que la mujer alcance el, en apariencia esquivo, “GranOoh”, eufemismo utilizado para referirse al orgasmo. Usa también otros eufemismos como “el amiguito de tu chico”, o (me encanta este), “los gemelos”.Tambien puede referirse a los genitales masculinos como la“Zona Sur de tu chico”
Recorriendo varios números uno encuentra una catarata de datos de todo tipo.
Entonces los consejos y “tips”, que los hombres deberían tener en cuenta para satisfacer a la exigente Chica Cosmo, son tan abrumadores como contradictorios: no hay que saltear la previa, pero no hay que olvidar las bondades de un “rapidito”. Hay que pasar por cada rincón del cuerpo de la mujer, mas no hay que detenerse demasiado en tal o cual lugar .Hay que ser suave y delicado, pero hay que ser caliente y salvaje. Se aconseja decir cosas sugerentes al oído, pero al número siguiente se publica que el lenguaje sucio es lo que mas las excita. Un verdadero quilombo ¡A tomar nota amigos!
También hay que ser un gran explorador del “mapa” del placer femenino, para encontrar en cada una el sitio que las lleva al clímax. Que para embrollar aun mas las cosas puede ser distinto en cada mujer, y se postulan también los beneficios de conocer las “coordenadas del huidizo Punto G”
Antes solo había que llevar preservativos. Hoy por hoy, creo que la única solución para un tipo que llega a la cama con una mina, es ir con unos dibujitos con anotaciones, libreta de apuntes y un GPS
Así que amigos a estar alerta. Una Chica Cosmo puede cruzarse en tu vida
Saludos del Dr. Chot-o